La preocupación parece seguir vigente, el temor aparentemente prevalece. Las noticias lanzan una tácita amenaza a las empresas que no han cerrado (los pesimistas añadirían: “…aún…”).

Desde el fondo emergen algunas preguntas: “¿No estoy paralizado? ¿No debería reaccionar ya? ¿Debería cerrar esto y abrir lo que la oportunidad nos propone?” 

Pero hacer lo que otros hacen no es reaccionar, es emular. Uno, más bien, debería actuar según lo que le viene de profundis. Volver a lo básico, seguir la intuición. Mantenerse en la vocación. Aguantar la tormenta de arena, cubrirse los ojos, pero seguir avanzando. 

Un espíritu de sencillez, acaso inesperado, podría aclararnos y darnos pauta. Cuatro insectos significan la clave para reconstruir nuestra empresa y economía, cualquiera que sea el giro al que nos dediquemos.

Veamos estos ejemplos y aprendamos de ellos.

  1. La cucaracha nos puede ayudar a aprender de la persistencia. Millones de años resistiendo los pisotones exterminadores. Sobreviviente continuada en esta evolución ante la cual ella no necesita cambiar demasiado, manteniendo su básica esencia. Qué bien haríamos nosotros si, en primer lugar, aguantáramos, soportáramos la situación por la que estamos pasando, sin enfocar en lo perdido, ni siquiera en lo promisorio, sino en la realidad actual, que siempre nos presentará, además de las dificultades, las armas para resolver los problemas que nos aquejan.
  2. La tijerilla, inquieto y ejemplar insecto, nos enseña cómo mantener un objetivo siempre vigente y -tal cual debe ser- fuera de nosotros mismos. La tijerilla tiene y muestra siempre una vocación hacia su progenie, a la cual defiende y protege sin importar el tamaño del peligro que enfrente. Utiliza sus naturales pinzas para fines prácticos de alimentación y de reproducción, y también como armas o símbolos intimidatorios ante depredadores. ¡Que actitud tan práctica y utilitaria!
  3. La abeja, famosa siempre por su organización, nos enseña que uno solo siempre puede llegar más pronto, quizá, pero junto, colaborando, llegará mucho más lejos. El secreto de la vida es la cooperación, la colaboración de los diversos miembros de una sociedad. Esto es aplicable a una mínima sociedad como es la familia, a una organización intermedia como es la empresa y a un a organización mayúscula como lo es una comunidad entera.
  4. La hormiga, constante siempre, continua e incansable. Qué insecto tan ejemplar, que integra a la vez diversos valores en su esencia, destacando la perseverancia, la constancia. Qué perseverante afán y qué organización, qué colaboración y qué infatigable esfuerzo que sin queja, en estoico silencio, nos propone seguir su ejemplar conducta, que reitera día con día. 

Qué inesperado aprendizaje nos propone la naturaleza en estos diminutos seres que conviven a diario en nuestro entorno y que tal vez por ello no los consideramos ni les reconocemos relevancia. Qué ejemplos tan sencillos y tan posibles de seguir e interiorizar a partir de la asunción de una nueva actitud, que nos pide la nueva normalidad que ya se asoma.

_________________________________________________

León Mayoral 

Publicitario miembro de ASPAC

Por un México bueno, culto, rico y justo.

direccion@leonmayoral.com