LLEGAR A VIEJO

Mucho se dice que es una bendición llegar a viejo. De muchas formas la conseja popular toma esta idea y la acuña para el uso cotidiano. Pudiéramos interpretar que la gente aprecia tal condición, pero, lamentablemente no parece ser así. Nuestras conductas diarias lo contradicen: las canitas pintadas; los añitos de menos; la forzada apariencia…